Volviendo a mí...

Color y baile
mira que vuelvo a mí
plumas y sonrisas
mira que vuelvo a mí
alegría, goce, canto
mira que vuelvo a mí
Amor, locura, juventud
mira que vuelvo a mí
Me perdí, me perdí
¡pero me encontré!
Divina la anatomía, divino el vino y el amor
Divina la amistad y sus abrazos de calor!
Alegría, la de siempre, la de siempre mía
mira que vuelvo a mí...

Viste mi sombra
viste un destello
No me conociste
Ni en Valparaíso
Ni en Montevideo
Ni en La Paz
Amor, no me conociste...
vieron mi sombra cargada de purpurina
vieron mi sombra brillosa

Y yo quiero

Que me quieran brillar
que me quieran estrella
que me quieran Mora
Morada de alegría,
Enamorada de la vida
Orando cantos a los misterios...

Mirá que vuelvo a mí...

El divino amor.

Te ando buscando, amor que nunca llegas,
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.

Las tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarme, ¡oh niño!, te me niegas.

Mira que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.

Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.

Alfonsina Storni.